La devolución de Walter tomó a Tadeo por sorpresa.
No sabía cuán profundo era el nivel de examinación.
Ahora comprendía que lo habían estado evaluando desde que ingresó a la academia.
-G-gracias Walter... Gracias.
Walter le devolvió una mirada afectiva y retrocedió; su madre reemplazó su puesto al frente.
- Tadeo Olivares. Te conozco. Miré hacia tu alma y contemplé tu esencia. Pude ver tu pasado y tu presente. Pude ver tu historia y tus sueños y en cierto modo eso me hace conocer tu futuro.
La anciana hizo una larga pausa. Tadeo vio cómo lo miraba. Esa pesada mirada penetrante que ya había sentido.
Finalmente continuó.
- Tu futuro no es aquí. No es pasar otro año en esta institución. Probablemente ya no vuelvas a visitarla. - Agregó en tono nostálgico.
Como dije, he visto tu pasado y sospecho tu futuro, con el cual yo no voy a interferir.
Otra pausa...
- Tienes mi aprobación. - Dijo por fin.
La euforia de Tadeo no tuvo límites. Se formó en su rostro una sonrisa imborrable. Agradeció a la anciana, luego a todos nuevamente. Algunos lo abrazaron al felicitarlo. Laura fue la primera en llamarlo colega; Juan le sonrió al darle un apretón de manos. El evaluador que no había probado a Tadeo se fue sin saludarlo.
El resto le dio la mano, felicitaciones y se retiró.
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