- Mmm... Parece que nos enfrentamos a uno de los nuestros. - Le dijo el hombre alto al otro.
¿Podrá controlar nuestro fuego? - Agregó con sorna.
- Jajaja. No nos va a quedar otra que averiguarlo.
Un látigo ígneo apareció en la mano del hombre alto, quien lo blandió con fuerza en dirección a Tadeo.
El otro hombre tocó el suelo con ambas manos y un charco de intenso fuego empezó a crecer a los pies de Julián y Cristian. Los novios escaparon de la zona de peligro saltando hacia los lados.
Tadeo mientras tanto se preparaba para recibir el golpe, usando su brazo como escudo, formó un pequeño muro defensivo para frenar el latigazo, pero este cortó sus defensas fácilmente y golpeó a Tadeo en el brazo.
El impactado soltó un grito de dolor y vio que había quemaduras en su brazo.
El látigo volvía a enrollarse en la mano del atacante.
- Jaja. Parece que no sos tan bueno después de todo.
Tadeo jadeaba y no pudo responder. Sabía que otro ataque vendría pronto y necesitaba concentrarse.
Julián dirigió una potente ráfaga a su contrincante, pretendiendo desestabilizarlo, pero el hombre rápidamente contratacó con una onda expansiva de llamas, quemándo a una velocidad increíble la ráfaga de Julián.
El resultado fue un nova de fuego que creció tan de golpe en dirección al Manipulador Aire, que si no hubiera sido por la pared de agua que levantó Cristian, habría impactado de lleno en todo su cuerpo.
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