El
Manipulador Agua, quien estaba de pie sobre la laguna, les indicó que lo
imitaran. Su novio lo hizo al instante, poniéndose de pie sobre el agua, al
lado de su novio.
Tadeo
tardó un poco más, la desconfianza lo hizo dudar, pero al ver a Julián hacerlo,
se animó.
Los
tres amigos se mantenían en pie ahora, en el centro de la laguna, gracias a los
dones de Cristian.
-
Bueno ¿Estamos listos? – Preguntó Cristian mirando a su novio.
-
Si, dale… Tadeo, ahora sí, vamos a mostrarte de lo que veníamos hablando.
Tadeo
ni respondió, estaba recuperando el aliento y demasiado intrigado por lo que
iba a suceder.
Julián
realizó unos gestos circulares con las palmas, como si moldeara un bollo y el
trío fue envuelto por una esfera de aire de esas que tanto le gustaba hacer a
Julián. La base de la esfera se levantó pocos centímetros, separándolos de la
superficie del agua.
Cristian
por su parte, desgarró el aire con sus manos, extendiendo sus brazos en
distintas direcciones. Tadeo notó un movimiento bajo ellos en el agua, como si
se separara hacia los lados, enviando pequeñas olas en cada dirección. Entonces
la esfera que los contenía comenzó a descender, ingresando a la laguna.
-
No… ¡Esperen! – Gritó Tadeo con el cuerpo tensionado.
-
Tranquilo… no pasa nada. – Le dijo el Manipulador Agua.
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