Tadeo se encargó de que Julián bebiera. Lo que no fue nada fácil dado el estado de inconsciencia de su amigo.
Una vez logrado, bebió él también, introdujo las mochilas en la carpa y se durmió. Había decidido dejar la comida para después, estaba agotado.
Horas después, ya entrada la noche, Cristian despertó a Tadeo, ofreciéndole agua, quien la aceptó agradecido.
- ¿Cómo estás? - Preguntó Tadeo.
- Bien, super cansado, pero bien. ¿Vos?
- Yo perfecto... ¿Juli...? - Preguntó temeroso.
- Está bien, quedate tranquilo. Solo no creo que se despierte hasta mañana, o pasado. Tuvo una tremenda Ascensión.
- ¿Si? O sea, supuse que había Ascendido, pero... ¿Cómo sabés que fue tan grande? - Preguntó Tadeo.
- Porque casi se muere. - Respondió seco Cristian.
Y porque hizo algo que jamás había podido hacer, ni siquiera acercarse. Nos hizo volar a todos Tadeo. A los tres. A tremenda velocidad y muchísima distancia. Es algo que no podía hacer él mismo, mucho menos llevar gente con él. Todavía no me lo creo.
- Si... Fue increíble... Nos salvó. Nos salvó en serio. Pensé que no la contábamos. - Dijo Tadeo reflexivo.
¡Ey! ¡Pero vos también nos salvaste! - Gritó de pronto Tadeo recordando el agua que había frenado su aterrizaje.
¡Vos creaste ese colchón de agua! Ahí si que pensé que era el fin eh. Ya me había resignado, no me respondían mis poderes, no me podía concentrar.
- Si.. Yo también Ascendí... - Dijo despacio Cristian.
- ¿Si? ¡Wow! ¡Dos Ascensiones juntas! ¡Qué increíble! - Exclamó Tadeo.
- Si... Pero la de Julián fue peor. Mucho más intensa y desmedida. Podría haber muerto por el sobreesfuerzo. De hecho me sorprende que no lo hiciera. - La voz de Cristian se quebró.
En el primer parrafo. Dos "el también" repetidos y sin acento
ResponderBorrarCorregido, gracias!
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