- ¡Cristian la pu...! - Dijo enojado entreabriendo los ojos.
- Yo no soy Teddy. Llueve. - Respondió cerca su amigo.
Tadeo notó que la gota que caía en su rostro no era producto de su amigo, sino de una gotera en el desvencijado techo.
- Podrías haber hecho algo. ¿No? - Espetó Tadeo enojado.
- ¿Hacer qué? ¿Qué podría hacer yo con la lluvia? - Se hizo el ofendido el Manipulador agua.
Tadeo estuvo a punto de responderle, pero luego abrió bien los ojos secándose el rostro con la mano y vio que solo él había sido salpicado. El resto de la habitación estaba completamente seca.
Miró hacia el techo y notó varias entradas, pero al parecer solo por la que estaba arriba de su cabeza se colaba el agua.
- Jaja. ¡Qué gracioso!
- De hecho lo fue. - Rió Cristian.
- ¿Hace cuánto llueve? ¿Qué hora es?
- Casi las diez. No se. Más de dos horas.
- ¿Y hace cuánto estás desviando el agua de todas las goteras menos la mía? - El tono denotaba odio.
- Sería incapaz de hacer tal cosa amigo.
Julián se despertó por las risas de su novio.
Luego de que los tres se levantaran y fueran a desayunar, se cruzaron con Julio que estaba preparándose para salir bajo la lluvia.
- Ehhmmm... Disculpe... ¿Quiere que lo acompañe? - Preguntó Cristian.
- A menos que sepas ordeñar una vaca, no me servirías de nada. - Le respondió seco.
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