- Hola amor. ¿Qué lees?
- Hola chicos. Cartas.
- ¿De...? - Preguntó Cristian.
- Son cartas para Tomás. - Dijo Julián levantando la mirada hacia sus amigos, había dolor en su mirada.
- Ahh...
- Algunas son de antes de que lo mataran. De sus tíos, primos y hasta de algún amigo... Otras son posteriores. Al parecer nunca "encontraron" a los culpables; aunque no se nota ningún esfuerzo por la policía en hacerlo.
Hay cartas de la policía explicando su fracaso, abogados hablando de pasos a seguir, familiares y vecinos intentando reconfortar... Al parecer mucha gente rodeaba a nuestros anfitriones antes de lo de Tomás...
- Qué triste... - Dijo Cristian.
- Eso no es lo peor... Las últimas cartas son de Marta...
- ¿Mmm? ¿Para quién son? - Preguntó Tadeo.
- Son para Tomás también. Marta siguió escribiéndole. Le contaba cosas de la vida cotidiana al principio... Después se transformó en una especie de diario íntimo que habla principalmente del deterioro que ambos sufrieron y los cambios en Julio.
- Eso... Es terrible...
- Si... Y hay más...
- ¿Qué?
- No queda en claro, pero hay frases, o palabras, que me hacen sospechar que el niño tenía dones.
- ¿Dones? ¿Era un Manipulador? - Preguntaron los dos amigos asombrados.
- No se. Como les dije, no queda en claro. Pero me da esa sensación.
- Mmm... A ver pasame las cartas vampi, dejame ver. - Pidió Tadeo.
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