El
joven Tadeo imaginó la explosión y después de considerar un momento, le
preguntó a su maestro.
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¿Y cómo se hace la simbiosis?
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Bueno, no es algo muy complicado, pero si es algo especial. Simbiotizar con
alguien implica reconocer sus dones y poder sentirlos dentro nuestro. Es como
formar un vínculo muy fuerte con esa otra u otras personas.
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¿Otras? – Se sorprendió Tadeo.
-
Claro, yo nunca dije que solo podía simbiotizarse entre dos Manipuladores. Por
supuesto es la manera más sencilla. Pero se puede formar un vínculo de ese
estilo entre varios Manipuladores a la vez. Las posibilidades no tienen
límites. – Terminó Claudio con los ojos brillosos.
Tadeo
recordó esa clase con cariño y añoranza. Tantas cosas le había enseñado su
maestro… Pero lo que más le gustaba era el deseo que demostraba en cada frase
Claudio por los dones. El amor por las Manipulaciones. Siempre terminaba sus
clases con la enseñanza “Las posibilidades no tienen límites”. Era algo que
siempre había hecho ruido dentro de Tadeo; lo motivaba a probar distintas
cosas. Y ahora al andar junto a Julián, podía ver mucho de Claudio en su amigo.
-
Bueno, vos dirás vampi. – Apuró Tadeo una vez recordada la clase.
-
Bien, vamos a intentar lo siguiente. Entre los dos vamos a formar una especie
de lámpara. Vos vas a crear una llama. No, no en tu mano. – Lo detuvo Julián al
ver que Tadeo materializaba una llama en su palma.
Por
las dudas, la vas a crear en el aire, no cerca nuestro. Yo voy a envolverla en
aire. La idea es que no se anulen ni reaccionen entre ellas.
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