Página 145 - Capítulo 19

Capítulo 19 – A la deriva

Llevaba un par de días refugiada en ese vagón abandonado. Alma tenía las manos sucias y la ropa oscurecida por el polvo. Parecía que esas vías ferroviarias no se usaban hace décadas. Por otro lado había sido una suerte encontrar el vagón solitario abandonado al costado de las vías. Seguramente desprendido en algún accidente hacía ya muchos años.
Su huida había sido cuanto menos, incómoda.
Había escapado de la casa de su familia dos meses, o tres quizás, atrás. No dudaba de su decisión porque nunca se había sentido tan liberada y conectada con sí misma, pero no iba a negar que extrañaba las comodidades de un hogar.
Todas las noches pensaba y rezaba por el bienestar de sus padres. Se preguntaba si ellos harían lo mismo. ¿La habrían buscado siquiera? ¿La seguirían buscando? ¿Estarían felices de que hubiera partido? Pero más importante… ¿Entenderían sus motivos? Estaba segura que sí. Hace años que notaba en la mirada de su madre la mezcla de reprobación y resignación con que la miraba. Como si entendiera que su hija no podía continuar por el camino de los Espiritualistas y supiera que solo estaba perdiendo el tiempo. O quizás esos eran los pensamientos de Alma, que reflejaba en su madre para sentirse segura de la decisión tomada…

El resultado era el mismo. Ella había decidido irse, y ya no sería aceptada en su clan si deseara volver, lo cual no estaba en sus planes.

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