Página 96

- ¡Ey! ¡Qué copado Teddy! ¡Estás flotando! - Dijo Cristian asombrado.
- ¿Viste rubio? ¡Es genial!

Tadeo aumentó la potencia y se elevó casi metro y medio. Al parecer ese era su límite.

- ¡Wow! ¡Estás volando!

Tadeo estaba feliz. Sentía el poder emanar de su cuerpo y podía manejarlo y controlarlo fácilmente. Lo que lo hacía sentirse confiado.
Comenzó a probar distintas maniobras. Sabía que no podía dejar de mantenerse en el aire, así que para avanzar no apuntó ambas palmas hacia atrás, sino una sola. Mientras con una se mantenía arriba con la otra avanzaba, aunque su altura había disminuido al resignar una mano.
Le resultaba difícil moverse hacia donde deseaba, pero de a poco le iba agarrando la mano.
Finalmente descendió con cierta dificultad.

- Ahora todos vuelan menos yo... - Dijo haciéndose el ofendido Cristian.
- ¿Y si probás? Capaz también podés propulsarte.

Cristian pasó un buen rato intentándolo sin éxito, mientras Tadeo mejoraba poco a poco su técnica.
Entonces Cristian subió a uno de los árboles del claro usando las ramas.

- ¿Qué hacés rubio? - Le gritó Tadeo desde su lugar a unos metros de su amigo.

- Quiero probar algo...

Y entonces Cristian saltó desde lo más alto que pudo subir al árbol.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario