Página 40

- ¿Te acordás lo que nos contaste que hiciste en la segunda prueba? - Preguntó Julián.
- ¿Lo de que perdí el control?
- Lo de que volaste.
- Emm... Si... Bueno, no volé... Más bien floté... Y después salí disparado...
- Eso mismo. Bueno... ¿Por qué nunca lo habías hecho?
- Y yo qué se... No podía...
- ¿Y de repente pudiste? ¿De verdad pensás eso? - Le dijo Julián con cara de enojo.
- No... No se... No lo pensé mucho.
- Deberías. La reflexión puede ser la clave del progreso personal. En fin. Dudo seriamente que hayas podido de repente hacer tal cosa. Si creo que eso te haya marcado, y haya elevado tu poder. Todos sabemos que las situaciones límite y los estallidos de adrenalina expanden nuestro poder un poco más allá de lo anterior, aumentándolo permanentemente. Eso llamado Ascensión...
- Ah si... Supuse que tuve una Ascensión en esa prueba... Entonces... ¿Estás diciendo que puedo volar y nunca lo hice?
- Estoy diciendo que nunca lo hiciste porque nunca lo intentaste. Porque nunca se te ocurrió tratar de hacerlo. A ESO me refiero con que seas curioso. Intentando cosas, vas a conocer tus verdaderos límites.
- Ah... Ahora entiendo... Me gusta la idea.
- Es por eso que quiero un Manipulador Tierra con nosotros.
- ¿Para poder intentar más cosas? - Preguntó Tadeo.
- Exactamente. Eso... Y para saber como vencerlos. - Agregó Julían con un brillo en los ojos.
- ¿Para qué...?
- Me aburro chicos. Y tengo hambre. ¿Paramos a comer? - Interrumpió Cristian.

Era un buen lugar, la llanura se extendía a lo largo del paisaje, había árboles brindando una placentera sombra en ese mediodía. Su ciudad estaba ya lejos al sur.

- Dale, comamos. - Dijo Julián.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario